Se cuenta cómo durante la construcción del Monasterio y la Iglesia una religiosa encontrándose en la cocina tuvo una visión del Arcangel San Miguel que le anunció ser el defensor y custodio de la comunidad, diciéndole que le indicara a la Abadesa que pusiera su imagen en un lugar destacado en la Iglesia, para que lo tuvieran siempre presente. Si nos acercamos al coro alto de la Iglesia de Santa Clara y al retablo mayor veremos presidiendo las alturas la imagen de San Miguel.
Tal y como se nos cuenta en el libro de Jose Antonio Melgares sobre la historia de estas religiosas, el convento estuvo a punto de ser desacralizado durante el Sexenio Revolucionario, nadie pujó por su venta coincidiendo esos días con el 8 de Mayo y el 29 de Septiembre que se dedicaban al Arcángel San Miguel.
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